Un debate necesario: cómo acompañar trayectorias de personas con discapacidades físicas

La experiencia de Ana Clara, una joven con parálisis cerebral que se acaba de recibir de Técnica en Comunicación Social, sirve de faro para propiciar el debate institucional y conocer cómo se puede implementar un sistema de acompañamiento a las trayectorias, que garantice el derecho a la educación de todas las personas en el Nivel Superior.

Ana Clara tiene 24 años, es oriunda de Tunuyán y se acaba de recibir de Técnica en Comunicación Social, tiene un programa de radio en FM Libertad y ya publicó su primer libro “Soy Ana Clara”, en el que relata su experiencia de vida. Si repasamos sus logros y su edad, pensaríamos que estamos frente a una joven emprendedora que nada la detiene, y así es. Su parálisis cerebral nunca fue una excusa para dejar de avanzar en todo lo que se propuso. Una historia de vida que inspira y hoy compartimos, con la esperanza de invitar al debate sobre el rol de las instituciones de todos los niveles, en el acompañamiento y promoción de la educación de personas con discapacidades físicas; rescatando también la experiencia del equipo docente del IES 9-015 Valle de Uco, que supo realizar las adaptaciones pedagógicas acordes al caso, con el fin de compartir herramientas que puedan servir a toda la comunidad.

Una luchadora nata

Ana Clara tiene parálisis cerebral producto de una dificultad respiratoria que tuvo al nacer, una afección que limitó severamente su motricidad y no le permite hablar. Desde niña realizó sus estudios primarios y secundarios en escuelas públicas, ya que su capacidad intelectual no se vio afectada. Algo que no fue fácil, “Los comienzos siempre fueron difíciles…”, relata Ana Clara, porque el sistema educativo, en muchas ocasiones, no está preparado para afrontar el desafío de acompañar estas trayectorias. 

“Lo que me llevó a estudiar esta carrera, es más allá de mi historia. Por un lado, mi déficit de habla, por otro lado, cuando estaba en la secundaria, participé en dos Ferias de Ciencias y me parecía que las personas no comprendían bien lo que yo quería mostrar…”, explica Ana Clara, que desde su profesión quiere contribuir a visibilizar la realidad de las personas con discapacidad.

“Esa situación me guió a escribir lo que terminó siendo mi primer libro, y cuando estaba en quinto año del secundario, empecé a buscar una carrera para estudiar, supe de periodismo, pero era en la ciudad de Mendoza, así que busqué en el Valle de Uco, y en la Consulta, San Carlos, estaba Comunicación Social. Era justo lo que buscaba, mejorar mi forma de comunicar. No solo de lo profesional, sino también de lo personal”, destaca, rememorando lo que la impulsó a avanzar en su formación en el Nivel Superior.

“Todos los comienzos fueron muy difíciles, cuando comencé el Primario y el Secundario, por qué no iba a serlo el Nivel Superior…”, recuerda Ana. “Al principio no me querían inscribir porque no puedo hablar con mi propia voz, pero gracias a María Elena Salomón, en ese momento Rectora, pude comenzar mis estudios en el Instituto de Educación Superior 9-015 Valle de Uco”.

Ana Clara se comunica a través de una computadora que transmite verbalmente lo que ella escribe, con un dispositivo que utiliza el sistema TobiiDynavox. Fue su papá, Aldo Gómez, quien construyó un puntero-lente con el que Ana deletrea las palabras, lo que le permite expresarse, escribir, chatear y estudiar. 

Para el IES 9-015 Valle de Uco, también fue un desafío recibirla, en el que se trabajó junto al equipo pedagógico, docentes y el Área de Accesibilidad. “Cuando ella ingresa a la carrera, muy decidida a estudiar Comunicación Social, para nosotros fue un desafío como institución. Analizamos las herramientas que brinda la carrera y los equipos de gestión necesarios para poder abordar y trabajar los contenidos, y a partir de esto se realizaron los procesos de adaptación necesarios”, comentó el Rector del instituto, Daniel Gallardo. 

“En todo el proceso fue fundamental el apoyo de la familia y de la comunidad docente, predispuestos a aprender y adaptar su forma tradicional de dar clases para que la formación pueda llegar a todos”.

“La labor institucional fue grande, y gracias a eso hoy nuestro IES cuenta con un esquema de trabajo armado, un área de accesibilidad y abordajes pedagógicos asentados, para recibir y acompañar estudiantes con dificultades, porque el caso de Ana Clara no es el único en nuestra comunidad”, destacó Gallardo. 

Cursado y acreditación: cómo se acompañó su trayectoria

Ana Clara cursaba junto a sus compañeros, lo que se resolvió fue trazar una trayectoria educativa que respete su ritmo, para no sobrecargarla y motivar su continuidad: “El equipo pedagógico trabajó para trazar una trayectoria educativa acorde, los espacios curriculares se fueron habilitando en forma secuencial, en base a lo que los coordinadores sugerían que debía ir cursando”, explicó Daniel Gallardo. 

Al respecto, Ana Clara agregó: “Si bien no podía hacer el cursado completo como mis compañeros, porque tenía que seguir con mi rehabilitación, curse la mitad de las materias en un año y el resto al año siguiente. Curse normal, como cualquier otro chico, no tenía actividades diferentes. Siempre me daban más tiempo que a los demás, para terminar las actividades o los exámenes”. 

“Hubo una muy buena predisposición del equipo docente y del equipo de coordinación, buscando siempre estrategias de abordaje y metodologías para trabajar junto a ella. Se le daban trabajos para que pueda elaborar y resolver, y luego venía y los presentaba en clase asistida por su computadora”, destacó el Rector del IES 9-015. 

En referencia a la acreditación de las materias, el proceso de evaluación fue el mismo que tuvieron todos los estudiantes, con la salvedad de que ella se presentaba a las mesas asistida por su computadora, dispositivo que le permite comunicarse. “Los exámenes finales siempre los rindió frente a un tribunal, que le consultaba y le hacía resolver trabajos, a los que ella siempre respondía desde su computadora. No hubo regalo en esto, es una persona que intelectualmente está muy bien, estudió mucho para alcanzar este logro”, explicó Gallardo. 

Otro de los aspectos a destacar tiene que ver con la estructura edilicia de cada institución, que debe brindar accesibilidad y promover la movilidad segura de los estudiantes, de acuerdo a sus requerimientos particulares. En este sentido, comentó el Rector del IES 9-015: “Ana Clara comenzó su cursado en el segundo piso, por ascensor, pero a partir de su segundo año decidimos trasladar el curso a planta baja, para que le resulte accesible y cómodo el movimiento dentro del IES”. 

Consejos para promover una educación inclusiva

“No sé si la palabra correcta es difícil, pero algunas veces era bastante complicado porque siempre tenía que demostrar a los demás lo que sabía, lo que aprendía”, relata Ana Clara, invitándonos a reflexionar sobre actitudes que tienden a juzgar en vez de acompañar y apoyar. “Creo que he demostrado que, con la ayuda necesaria, muchas personas con discapacidad pueden aprender y estudiar, al menos sentirse más integrados, más personas, sin ese calificativo que nos degrada a otra categoría (sé que es necesario calificarnos de alguna manera)”. 

“Siempre digo que espero que en la sociedad la palabra INCLUSIÓN sea realmente efectiva, creo que cuando sea algo normal que personas como yo estudien y se reciban de alguna profesión, o simplemente terminen el secundario y no sea una noticia, será el día que mi visión se vea lograda”.

“Mi recomendación para llevar adelante un cursado con un chico con discapacidad: pidan ayuda y consejos sobre las necesidades que se presentan en cada momento. El estudiante puede aconsejar cómo aprender en diferentes formas, también están los padres, si necesitan la recomendación más específica, existen los profesionales que atienden a la persona. Lo primero que hay que hacer es aprender a escuchar”, aportó Ana Clara, en relación al desafío de acompañar y promover una educación inclusiva.

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