El mural del Normal en primera persona

El mural del Normal en primera persona

El mural simboliza, a través de miradas como perdidas y sobrias, el reconocimiento del pasado y los muros de ladrilllos deteriorados que guardan parte de un proceso histórico-político de la provincia.


Natalia Puchulú es una de las alumnas que participó en la realización del mural exhibido en calle Mitre del Normal Tomás Godoy Cruz. En esta nota nos cuenta cómo se gestó y culminó un proyecto que se pudo realizar en equipo para dar reconocimiento a la carrera artística que ahora funciona en el instituto.


¿Y si hacemos un mural?

La idea de pintar un mural en la fachada del Normal surgió de una compañera, Romina Contreras y lo comentó en una charla de un día cualquiera. A todas nos entusiasmó mucho su iniciativa ya que desde hacía bastante tiempo sentíamos la necesidad de hacernos un lugar en la institución y necesitábamos, a su vez, que desde la escuela nos reconocieran como parte de un grupo de personas, estudiantes, de una carrera con un perfil artístico y artesanal con necesidades y características distintas a las carreras de formación docente, tradicionales. También queríamos conectarnos con la comunidad y que el afuera conociera lo que pasa en la actualidad detrás de esas paredes antiguas de la calle Mitre.
 

Del concepto a la creación

Cuando empezamos a cursar el Taller de Proyecto Cooperativo con la profesora Natalia Ziperovich, encontramos el espacio para poder desarrollar y concretar esta idea… que al principio veíamos como irreal poder llevarla a cabo. La profe nos fue guiando y nos dividimos en comisiones de trabajo: difusión y comunicación; gestión de materiales y herramientas; elaboración del proyecto escrito. Además contamos con la charlas de los muralistas Walter Lucero y Juan Justo, quienes compartieron sus experiencias en muralismo con nosotras. Algunos días, el profe Sergio Rosas cedía sus horas para reunirnos y organizarnos junto con el acompañamiento permanente de la coordinadora de las carreras artísticas, Carolina Martínez. Después comenzamos la tarea de bocetar el futuro mural. Esto fue lo más difícil. Hubo varias etapas durante este proceso y varias entregas de bocetos en distintas fechas. Inicialmente una de las ideas fue incluir nuestra mirada con una frase que hablara acerca de la educación… después surgió la idea de que estuviera relacionada con el arte. 

Por momentos bajaba el entusiasmo en la participación, a veces nos costaba acordar o entendernos como grupo. Llegaba el último día antes de comenzar con el trabajo de pintura sobre el muro y teníamos que definirnos por uno de los bocetos… finalmente pudimos acordar con uno de ellos y se hicieron algunas modificaciones hasta llegar al boceto final. Tuvimos el apoyo de las autoridades y así se pudo hacer que el muro y las aberturas pudieran estar en condiciones para comenzar los trabajos de pintura. Hasta último momento estuvimos dando vueltas porque no se conseguían los litros de pintura y colores necesarios… ¡hasta que finalmente llegaron dos donaciones muy importantes de material!

Participamos las 17 compañeras de tercer año de la tecnicatura, las profesoras Carolina Martínez y Natalia Ziperovich y el profesor Sergio Maure. Trabajando en grupo logramos que esta idea se concretara en la pared en apenas 7 días de mucho trabajo compartido, de cansancio, esfuerzo y entusiasmo ¡por ver que fuimos escuchadas y reconocidas! Y sosteniendo las ganas de que esta iniciativa por trabajar colectivamente nos ayude a difundir la idea de que se pueden hacer cambios y que nosotros mismos podemos empezar a gestarlos.
 

Hablar a través de la imagen

El mural simboliza, a través de miradas como perdidas y sobrias, el reconocimiento del pasado de este edificio que no siempre funcionó como institución educativa y los muros de ladrilllos deteriorados que guardan parte de un proceso histórico-político de la provincia. A partir de ahí una mano abre un cierre, que da apertura a todo lo nuevo que ha surgido en este edificio: la imagen de una mujer que da vida, y la idea de crecimiento manifestado a través las hojas y flores de colores intensos. También acordamos que la frase fuera del pedagogo brasilero Paulo Freire, quien nos interesó para reflejar la idea de que las transformaciones pueden hacerse y la educación juega un papel muy importante ahí.

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