Panorama de las Habilidades 2013. Primeros resultados de la encuesta sobre las habilidades de los adultos (OCDE)

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La revolución tecnológica que empezó en las últimas décadas del siglo XX ha influido en casi todos los aspectos de la vida en el siglo XXI: desde la forma en que “hablamos” con nuestros amigos y seres queridos, hasta la manera en que compramos, cómo y dónde trabajamos. Los servicios de comunicación y transporte más rápidos y más eficientes han facilitado que la gente, los bienes, los servicios y el capital se desplacen por el mundo, dando lugar a la globalización de las economías. Estas transformaciones económicas y sociales, a su vez, también han provocado un cambio en la demanda de las habilidades. Como la manufactura y ciertas tareas poco calificadas se han automatizado cada vez más, la necesidad de habilidades cognoscitivas rutinarias y manuales está disminuyendo; aumentando al mismo tiempo la demanda de habilidades interpersonales y cognoscitivas de alto nivel y para procesar información. Además de dominar las habilidades específicas de cada ocupación, los trabajadores del siglo XXI también deben poseer habilidades para procesar información, así como diferentes habilidades “genéricas”, incluida la comunicación interpersonal, la autogestión y la capacidad para aprender, para ayudarlos a sobrellevar las incertidumbres de un mercado laboral que cambia rápidamente.

El Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de los Adultos (PIAAC, por sus siglas en inglés) se diseñó para obtener nuevas percepciones sobre la disponibilidad de algunas de estas habilidades esenciales en la sociedad, y cómo se utilizan en el trabajo y en el hogar. Mide directamente el dominio de varias habilidades para procesar información; concretamente, manejo del lenguaje, el cálculo numérico y la resolución de problemas en contextos muy tecnológicos. Algunas de las principales conclusiones son:

• En la mayoría de los países, hay proporciones importantes de adultos que sacan las calificaciones más bajas en su nivel de dominio en las escalas de manejo del lenguaje y cálculo. En los países que participan en el estudio, entre el 4.9% y el 27.7% de los adultos son competentes sólo en los niveles más bajos de manejo del lenguaje; y del 8.1% al 31.7% son competentes sólo en los niveles más bajos de cálculo numérico.
• Es posible que la combinación de una educación inicial deficiente y la falta de oportunidades para adquirir mayor dominio se convierta en un círculo vicioso, en el que un dominio deficiente derive en un menor número de oportunidades para adquirir eficiencia y viceversa.

• Los inmigrantes con formación en lengua extranjera tienen un dominio considerablemente menor en el manejo del lenguaje, el cálculo numérico y la resolución de problemas en ambientes muy tecnológicos que los nacidos en el país cuyo primer o segundo idioma, aprendido en la infancia, es el mismo que el idioma de la evaluación; incluso cuando se toman en cuenta otros factores.

• El uso de las habilidades en el lugar de trabajo influye en varios fenómenos del mercado laboral, inclusive en la productividad y en la diferencia salarial entre hombres y mujeres.

• No es raro que los trabajadores más competentes utilicen sus habilidades en el trabajo con menos intensidad que los trabajadores menos competentes; eso indica que los desajustes entre el dominio y el uso de habilidades en el lugar de trabajo son generalizados.
• La ocupación de un individuo se relaciona más plenamente con la forma en que esa persona utiliza las habilidades en el trabajo que con su nivel académico o con el tipo contrato laboral que tiene.

• Alrededor del 21% de los trabajadores tienen una preparación mayor y el 13% una menor para sus puestos de trabajo; lo que tiene un efecto importante en los salarios y la productividad.

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